sábado, 23 de diciembre de 2017

EL SIGNIFICADO DEL PESEBRE
El  Pesebre es la representación del nacimiento del Maestro Jesús en la Gruta de Belén. La Gruta simboliza el corazón de cada uno de nosotros y está oscuro hasta que el Cristo o el Mesías interno nace en él, y se ilumina. La Madre María, Virgen e Inmaculada, es la Pureza de sentimientos que debe tener todo humano para que Cristo pueda nacer en nuestro corazón, además de ser el principio femenino de la Divinidad y la Llama Rosa del Amor Divino. San José representa el principio masculino de Dios, la fuerza de voluntad y el pensamiento que debemos tener, para seguir el Sendero de Ascensión que permita el nacimiento del Cristo Interior.
La mula y el buey son la parte animal en el ser humano, los cuatro cuerpos inferiores (cuerpos físico, emocional, mental inferior y etérico), que ya no gobiernan ni se reproducen, y están dóciles y postrados ante el hecho del nacimiento. Fíjense que ni el buey ni la mula pueden tener hijos.
Los tres Reyes Magos son las diferentes razas y credos. En el mundo hay negros, blancos y mestizos, como también árabes, judíos y cristianos, que están unidos e  inclinando el cetro de poder  terreno ante el poder de Dios, para realmente vivir en paz unos con otros. El Oro, la Mirra y el Incienso que ofrecieron a los pies del recién nacido son: la riqueza, el poder y el orgullo material que es el oro transformado en el olor a santidad que debe tener todo hombre, y esto es la mirra quemada en el incienso.
El Ángel Gabriel es la protección del Rayo Blanco, envolviendo el despertar espiritual.
La Estrella, es el símbolo de la aspiración espiritual que guía al ser humano por el sendero de la Verdad.
San Francisco, en el pueblo de Greccio, dio la lumínica idea de hacer pesebres para la época de Navidad, para que todos sus elementos, como símbolos internos, le hablaran a nuestro subconsciente, y así espiritualizar las formas, los sentimientos y pensamientos. En cualquier sitio en que se coloque un pesebre hay un foco de la Voluntad, la Sabiduría y el Amor de Dios, extraído de la propia sustancia Cósmica Universal del Corazón de la Divinidad. De todos los símbolos navideños, el pesebre es el de mayor alcance espiritual.
El Pesebre es un campo de fuerza de energía y atracción de sublimes bendiciones; foco radiante de Paz para la Tierra, que beneficia al que lo hace, contempla y lo tiene cerca, porque posee los símbolos espirituales más grandes que puedan existir, simbolizando el nacimiento de Dios dentro de nosotros.

Todo nacimiento tiene siete piezas esenciales, con los colores representativos de los Siete Aspectos de Dios, que son: San  José, Azul, la voluntad de Dios; María, Rosa, el Amor de Dios; el Niño Jesús, Dorado, la Sabiduría de Dios; Gabriel, Blanco, la Pureza de Dios; Baltazar, Verde, la Vida de Dios; Gaspar, Naranja, la Prosperidad de Dios; y Melchor, Violeta, el Perdón de Dios…

Poner un Nacimiento en la casa, vayamos o no a estar en ella durante la Navidad, ayuda a construir una Red de Luz Planetaria que se forma a través de todos los nacimientos, para el restablecimiento de la Paz, el equilibrio económico y el anclaje definitivo de la Libertad y la Justicia en la tierra. En cada Navidad, Cristo nace de nuevo en nuestros corazones, al vivir una hermosa transformación, cambiando favorablemente” - Rubén Cedeño
¡¡Feliz Navidad para Todos!!

En Ti está Todo 💙💛💖