jueves, 12 de mayo de 2016

LA COMUNIDAD DE DESTINO

Formamos parte del destino de muchas personas a las cuales estamos unidas a través de lazos que no se ven. Son lo que llamamos vínculos transgeneracionales. Formamos parte de un alma común, es lo que en Constelaciones llamamos el Alma Familiar, lo que el biólogo Rupert Sheldrake llama Campo Morfogenético: campo de energía donde reside toda la información de la especie, de un clan... Lo conozcamos o no, la historia familiar está impresa en nuestras células y conlleva un "orden o desorden" que a la vez se traduce en orden o desorden en nuestra vida. 


Bert Hellinger parte de la idea de que el ser humano es un ser grupal. Para el nacimiento de un hijo, se necesita un padre y una madre y para la existencia de ellos fue necesaria la de sus propios padres. Así podríamos continuar hacia atrás vislumbrando una gran red de seres humanos que han hecho posible la existencia de este nuevo hijo. Cada uno de estos seres proporciona un vínculo que enriquecerá el sistema y será a la vez responsable de la salud y fuerza de las siguientes generaciones, y es que cada ser humano trae consigo la información de las vidas de las que procede tanto a nivel psíquico como orgánico. A esto le llamamos herencia, está impreso en nuestros genes, en nuestro ADN y en el inconsciente colectivo de nuestra familia, y tiene la capacidad de transmitirse de generación en generación.

Así podemos decir que heredamos la forma de las manos de nuestro abuelo materno, los ojos claros de la abuela, pero también determinado carácter o temperamento, las tendencias neuróticas o depresivas de alguno de nuestros antepasados.
 

Esto quiere decir que heredamos la fuerza de nuestros antepasados y también los conflictos no resueltos que se hayan podido generar en el seno de nuestras familias debido a sus experiencias traumáticas, como pueden ser:

· Participación en guerras.
· Violencia (asesinatos, abusos, luchas de poder).
· Pérdida de seres queridos, (abortos, niños pequeños, muertes repentinas).
· Abandonos, separaciones traumáticas.
· Accidentes fatales.
· Exclusión de personas de la familia. (Oveja Negra).
· Inversión del orden jerárquico dentro del seno familiar.
· Secretos familiares, ( existencia de relaciones vinculantes fuera del matrimonio, hijos no reconocidos, crímenes…)
· Historias de emigración a otro país.
. Padres de diferentes nacionalidades y culturas.
. Enfermedades graves o discapacidades.
· Cambios bruscos en la economía (alguien pasa de la riqueza a la pobreza o al revés)

Todas estas situaciones tienden a generar desorden en los sistemas y cuanto más severas son las dificultades y caos,  más se traduce en las generaciones posteriores como enfermedades, adicciones, mayor desequilibrio emocional o problemática familiar y desajuste social.



En una Constelacion Familiar, sale a la luz aquello que en la familia queda por resolver, o lo que está oculto; se trata de que el cliente tenga una nueva imagen de armonía con él mismo y con su sistema. Esta nueva imagen, al igual que la antigua las tuvo, tendrá consecuencias en la realidad de cada día, en su realización personal.

“El efecto se produce cuando el cliente lleva a su corazón las imágenes tal como las vio. Esta imagen es espacial y atemporal y surge de lo más profundo. Su fuerza está cuando la tomamos tal como fue, sin juzgarla ni entrar en razonamientos intelectuales. Todo eso la destruye. Esta imagen impulsa algo en el alma del cliente, algo que posteriormente le hará posible actuar.”

Bert Hellinger.


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