CUENTO PARA REFLEXIONAR
"El Maestro insistía al discípulo sobre la necesidad de cultivar la quietud de la mente.
-Deja que tu mente se remanse, se tranquilice.
-Pero ¿qué más? -preguntaba impaciente el discípulo.
-De momento, sólo eso -aseguraba el maestro.
"El Maestro insistía al discípulo sobre la necesidad de cultivar la quietud de la mente.
-Deja que tu mente se remanse, se tranquilice.
-Pero ¿qué más? -preguntaba impaciente el discípulo.
-De momento, sólo eso -aseguraba el maestro.
Cada día
exhortaba al discípulo a que se sosegase, superando toda inquietud para
encontrar un estado interno de tranquilidad. Un día, el discípulo, cansado de
recibir siempre la misma instrucción, preguntó:
- Maestro, ¿por qué considera tan importante la quietud?
- Acompáñame, expresó éste, y lo condujo hasta un estanque.
Con su bastón comenzó a agitar las aguas y le preguntó:
-¿Puedes ver tu rostro en el agua?
-¿Cómo lo voy a ver? Si agita el agua y la enturbia, no puede reflejarse claramente mi rostro. -replicó el discípulo.
Y el Maestro dijo:
-De igual manera, mientras estés agitado, inquieto y perturbado no podrás ver el rostro de tu Yo interior."
- Maestro, ¿por qué considera tan importante la quietud?
- Acompáñame, expresó éste, y lo condujo hasta un estanque.
Con su bastón comenzó a agitar las aguas y le preguntó:
-¿Puedes ver tu rostro en el agua?
-¿Cómo lo voy a ver? Si agita el agua y la enturbia, no puede reflejarse claramente mi rostro. -replicó el discípulo.
Y el Maestro dijo:
-De igual manera, mientras estés agitado, inquieto y perturbado no podrás ver el rostro de tu Yo interior."
En Ti está Todo 💙💛❤
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